Un poquito de palabras: parte de mi estadía en Honduras.

Por: Said Avila.

¡Hola a todos! Me reporto después de unas semanas. Esta entrada no será muy larga y hablaré de forma bastante general sobre mi estadía en Honduras hasta este momento. 

Pues les cuento que llevo un mes en el país, debido a las vacaciones en mi trabajo. Qué decirles, ha sido muy duro y lindo a la vez. Duro porque muchos problemas interiores persisten y han aflorado, y es difícil lidiar con ellos. Y lindo porque he estado con gente lindísima, hermosa, bella; entre ellos, mi amigo Pedro, el autor de la entrada anterior, pero también con personas nuevas que le han aportado luz y alegría a mi vida. ¡Ah, definitivamente estar con personas tan agradables ha hecho de este viaje una experiencia hermosa!

También me metí en un taller de teatro. ¡Genial! Siempre me he interesado por este arte mágico y por fin tuve la oportunidad de experimentarlo de algún modo. Me di cuenta de todo el trabajo, el esfuerzo y la genialidad de los actores. ¡Caray! ¡Cuán difícil es! ¡Son unos magos, unos creadores de belleza, son bellos!  A parte de aprender mucho sobre actuación y dirección. Claro, no soy un experto, pero en dos semanas he aprendido y, sobre todo, experimentado mucho sobre teatro y ahora, al menos, tengo una idea un poco más real de este hermoso campo del arte, de este hermoso pedazo del mundo. Siempre el tiempo se pasó volando y, sobre todo, conocí a personas increíbles y de diversas partes: profesionales del teatro, claro, pero también de otras áreas, como audiovisuales, estudiantes, profesores, y bueno, tampoco es que haya conocido demasiadas personas, pero sí las más lindas que he podido encontrar en esta ciudad. 

Ha sido un buen momento para tener nuevos amigos y abrirme al mundo y a las experiencias. Por dar un ejemplo, justo debido a esos nuevos amigos, he conocido un par de bares en la ciudad, y mi concepción sobre los mismos ha cambiado rotundamente. Antes los consideraba lugares sin valor alguno, propiciadores de decadencia, pero ahora me he dado cuenta de la importancia cultural que realmente tienen. Sí, creo que los bares, al menos en esta ciudad, ayudan a preservar la cultura, el arte y el pensamiento. Ya me explayaré sobre el asunto en otra entrada. 

Otra cosa nueva que he hecho es escuchar música en español, por lo cual estoy muy alegre pues, al fin, puedo señalar buena música en este idioma, pues antes solo tenía referentes musicales de habla inglesa, en su mayoría, pero también francesa (una banda, jaja). Sin embargo, ahora soy consciente de que hay demasiada belleza musical que se está produciendo en nuestro continente. Estoy tan entusiasmado por continuar escuchando álbumes y artistas latinoamericanos. Sé que me espera un camino lleno de placer y hermosura. He de destacar que escuché a un artista que me ha agradado mucho, Nelson Padilla,  ¡y resulta que es hondureño y hasta más joven que yo! Eso definitivamente me alegra mucho.

De igual modo, he visto un par de películas bastante curiosas, también recomendada por gente hermosa, y vaya que hay tanto que ver y disfrutar. Entre esas películas, "The Lighthouse", de la cual espero crear una entrada en estos días. Y, después de mucho tiempo, regresé al cine y pude ver una buena película, "Parasites", cosa que hace mucho no experimentaba.

Empero, no he de dejar de mencionar que hay cosas que me ponen triste. La verdad es que ha sido una bonita experiencia, pero Honduras continúa en malas condiciones. En Tegucigalpa, por lo general el agua potable viene cada ocho días, pero hay muchos barrios y colonias donde estos lapsos de tiempo son mucho mayores. De igual modo, solo he visto mas tiendas Megapaca, nada más. Es igual de tenso y peligroso, lo cual me entristece bastante. 

Y bueno, me queda una semana más, la cual trataré de aprovechar al máximo. Es una entrada breve, solo para no perder el ejercicio y soltar un poco la pereza. 

Posteriormente, espero poder detallar de mejor manera esta maravillosa experiencia. Si les gustaría saber algo en particular, háganmelo saber. Estaré alegre de ocuparme de ello. Y, como si esto fuese una letra, me despido de ustedes una sonrisa y un gran abrazo. ¡Espero estén bien! ¡Nos leeremos pronto!

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