Otra vez, lágrimas.
Por: Said Ávila. Qué triste. Como leí por ahí, me duele Honduras... No era la intención que el segundo blog fuera para comentar otra cosa mal en mi país, pero bueno, me dieron la noticia y no me puedo contener. Dejaré los del paseo a San José y el estrés de mi vida para luego. ¿Qué sucede? Aquí la historia: Yo, Said, puro, casto, ingenuo, penco, decidí estudiar Letras en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (que de autónoma no le queda nada porque ahora es otro corral del johdido ese). Dicha carrera posee dos orientaciones: una en literatura y otra en lingüística. Me dio por estudiar ambas (es que son lindas, ¡caray!). Bien. Estudio, pasan los años, voy cumpliendo con las clases hasta que termino mi plan de estudios, llego al momento del taller, tengo mi crisis existencial y logro cumplir los requisitos para poder graduarme (incluyendo el montón de plata que hay que pagar para poder graduarse, siendo una universidad "pública"). Tramito mi título